¿Cuando nace este blog? no lo sé precisamente, pero tratando de hacer memoria sobre como me metí en esto, la asociación libre me lleva a esta anécdota.
Desde la adolescencia tuve gusto por la música, y la curiosidad es una de mis características, para bien y para mal. Así, cierto día leyendo el travestido "SI" de Clarín, un reportero hablaba sobre un uruguayo que estaba por dar un recital en Buenos Aires por primera vez, decía que sus canciones eran por lo menos originales, que hablaban de amores, de cierto respeto al suelo, pero sobretodo que estaba muy arraigada a la tradición uruguaya, a las raíces de su cultura, y que valía la pena ir a verlo.
No sé que había en ese relato, no era apasionado, pero su descripción fue precisa y gustosa. Entonces me urgió averiguar más y fui directamente a comprar "Frontera", en ese momento, el último disco de Jorge Drexler. Me bastó escuchar el primer acorde y el estribillo de “La edad del cielo” para saber que estaba ante algo grande, frente a alguien que sabía que quería decir y como decirlo. Letras armónicas, concizas, profundas, melodías conocidas, con un toque urbano y moderno que daba la idea de un trovador electrónico.
Durante bastante tiempo nombrar a Drexler como lo que mejor había escuchado últimamente, era una posibilidad concreta de recibir una sonrisita burlona de autoridad de parte de los demás que escrutaban: "Quien!?". No hizo falta demasiado, un disco más y una publicidad de sopa que puso en la oreja de todos la canción más hermosa de ese trabajo y pronto los iluminados con su risita burlona se subirían al tren.
A veces pienso en lo negativo de esa actitud y en la necesidad de que nos machaquen con los temas para que nos configuren el gusto, pero quizás porque esté más grande y tolerante, creo que está bien, que hay gente que necesita más tiempo para asimilar algunas cosas, cada uno tiene sus tiempos. Alguna vez pudo pasarme de no reconocer cierto talento en alguien y llegar un poco más tarde.
Hoy no es necesario casi aclarar quien es Jorge Drexler y que hace. En poco tiempo se transformó en un referente de quien quiere hacer canciones. Ya es un estilo, una forma. Luego de un par de discos consagratorios y premios, incluyendo un Oscar entregado de manos de Prince, es una gran satisfacción escuchar sus canciones, que no se bajaron en la estación más cercana al éxito, sino que siguen su recorrido de búsqueda, de creación personal, de nuevos sonidos y de darle a la simple conjunción de palabras y música una "esencia" singular y universal.
Salvapantallas - Eco
Jorge Drexler, allá por el 99, me abrió la puerta de ese "jardín con mar", luego la asociación con Fernando Cabrera, Eduardo Mateo, Jaime Roos, los Fattoruso, Buscaglia y etc, etc, etc, amén.
Nunca sabrá esa persona lo que le agradezco haber escrito ese pequeño párrafo, quizás hubiese llegado de otra manera, pero a quien recuerdo es a él en su anonimato. Por eso, cuando pienso como nació este blog, creo que fue con el deseo de ser ese reportero que alguna vez me habló, desde su minúsculo espacio de algo que luego llevaría de por vida en el corazón.
Al otro lado del río - Eco (incluida en reedición)
No quise incluir demasiados videos. La selección es criticable, pero estos dos son de mis temas preferidos y no encontré videos dignos, así que preferí dejar solo las canciones.
Tu Piel – Llueve
Sea - Sea
Saludos!
Desde la adolescencia tuve gusto por la música, y la curiosidad es una de mis características, para bien y para mal. Así, cierto día leyendo el travestido "SI" de Clarín, un reportero hablaba sobre un uruguayo que estaba por dar un recital en Buenos Aires por primera vez, decía que sus canciones eran por lo menos originales, que hablaban de amores, de cierto respeto al suelo, pero sobretodo que estaba muy arraigada a la tradición uruguaya, a las raíces de su cultura, y que valía la pena ir a verlo.
No sé que había en ese relato, no era apasionado, pero su descripción fue precisa y gustosa. Entonces me urgió averiguar más y fui directamente a comprar "Frontera", en ese momento, el último disco de Jorge Drexler. Me bastó escuchar el primer acorde y el estribillo de “La edad del cielo” para saber que estaba ante algo grande, frente a alguien que sabía que quería decir y como decirlo. Letras armónicas, concizas, profundas, melodías conocidas, con un toque urbano y moderno que daba la idea de un trovador electrónico.
Durante bastante tiempo nombrar a Drexler como lo que mejor había escuchado últimamente, era una posibilidad concreta de recibir una sonrisita burlona de autoridad de parte de los demás que escrutaban: "Quien!?". No hizo falta demasiado, un disco más y una publicidad de sopa que puso en la oreja de todos la canción más hermosa de ese trabajo y pronto los iluminados con su risita burlona se subirían al tren.
A veces pienso en lo negativo de esa actitud y en la necesidad de que nos machaquen con los temas para que nos configuren el gusto, pero quizás porque esté más grande y tolerante, creo que está bien, que hay gente que necesita más tiempo para asimilar algunas cosas, cada uno tiene sus tiempos. Alguna vez pudo pasarme de no reconocer cierto talento en alguien y llegar un poco más tarde.
Hoy no es necesario casi aclarar quien es Jorge Drexler y que hace. En poco tiempo se transformó en un referente de quien quiere hacer canciones. Ya es un estilo, una forma. Luego de un par de discos consagratorios y premios, incluyendo un Oscar entregado de manos de Prince, es una gran satisfacción escuchar sus canciones, que no se bajaron en la estación más cercana al éxito, sino que siguen su recorrido de búsqueda, de creación personal, de nuevos sonidos y de darle a la simple conjunción de palabras y música una "esencia" singular y universal.
Salvapantallas - Eco
Jorge Drexler, allá por el 99, me abrió la puerta de ese "jardín con mar", luego la asociación con Fernando Cabrera, Eduardo Mateo, Jaime Roos, los Fattoruso, Buscaglia y etc, etc, etc, amén.
Nunca sabrá esa persona lo que le agradezco haber escrito ese pequeño párrafo, quizás hubiese llegado de otra manera, pero a quien recuerdo es a él en su anonimato. Por eso, cuando pienso como nació este blog, creo que fue con el deseo de ser ese reportero que alguna vez me habló, desde su minúsculo espacio de algo que luego llevaría de por vida en el corazón.
Al otro lado del río - Eco (incluida en reedición)
No quise incluir demasiados videos. La selección es criticable, pero estos dos son de mis temas preferidos y no encontré videos dignos, así que preferí dejar solo las canciones.
Tu Piel – Llueve
Sea - Sea
Saludos!
El blog es ese espacio que te permite reflexionar sobre lo que hacés, lejos de ortodoxias o metodologías. El comienzo de todo, de un post o del blog mismo, puede ser una anécdota, una canción o una ficción. o todo al mismo tiempo, no importa. Toda historia tiene un comienzo mítico, borroso, y aunque se sepa de antemano que nunca se puede volver al momento cero, siempre es lindo imaginarlo. Gracias por compartir tu imaginación.
ResponderEliminarRomi
un grande, Jorge Drexler es un grande de verdad
ResponderEliminarMariano.