Su nuevo disco "Yo vengo de otro siglo", es exactamente eso, una música de otro siglo, de carácter fuerte e intenso, de un sabor particular, como esos que gustan justamente por su fuerte personalidad: un chocolate amargo, las aceitunas, el whisky, un puro, etc. Texturas ásperas en tiempos de voces relamidas hasta la suavidad, totalmente edulcoradas y faltas de singularidad, acomodadas por las FM´s al oído del oyente "macanudoybuenaonda".
La reaparición de este cantautor después de 23 años, es una maravillosa sorpresa para quienes no lo conociamos. Fue como meter la mano en una camisa propia y encontrar un billete de cien, o un billete de lotería ganador listo a cobrar. El descubrimiento de un músico increíble, que cumple de gran forma con una de las funciones del artista: resumir en su obra el espíritu de su tiempo y su tierra. Con lo odiosas que son las comparaciones, cada vez que lo escucho, no puedo dejar de pensar en un nombre: Fernando Cabrera.
Tango, rock, murga, folclore, poesía del barrio (ojo, no como el rock barrial), lirismo callejero, síntesis perfecta del espíritu porteño. En su música se huele la melancolía de una época con propias imágenes, sonidos y olores: “quiero ser eucaliptus, azufre, linimento, chicles y cenizeros”.
Del Prado comienza con una autocrítica de su ingreso al nuevo siglo, de manera impecable y enternecedora: “Arrastro de otro siglo, cierto autoritarismo, enojo prepotente y machismo aunque en forma decreciente”. Y sigue....“ Yo vengo de otro siglo, me estoy acostumbrando con dos x y un tango, perdón sino me ubico”. Cuidadosa combinación de palabras para esta canción.
Con 2 X y un tango – Alejandro Del Prado..
Parece conocer a la perfección el alma porteña. Ya en 1985 había tenido un gran éxito con “Los locos de Buenos Aires”, del cual incluye una versión en este disco. Esta vez, escribió una canción para esa ciudad que él mismo vivió hace un tiempo: "Yo conozco un Buenos Aires". “Yo conozco esa ciudad de notables pensadores, sagaces discutidores de lo que siempre anda mal, yo conocí ese lugar, de potreros y aulas llenas, de compañeros que apenas, sabrá Dios, donde andarán”.
En los años ´80 acompañó con su guitarra al uruguayo Alfredo Zitarroza. Uno de los puntos más altos del disco es un tema dedicado al gran maestro de la canción rioplatense: “Zitarroseando”. Del Prado se luce con un homenaje que está a la altura del homenajeado. “Con su jopo y su “Vinten”, con su miel y su gomina, su onda entre Humphrey y Artigas, su luz cenital de almacen y bar...”. Una genialidad!
Zitarroseando – Alejandro Del Prado.
"Yo vengo de otro siglo" es un gran disco. Todas las canciones tienen una particularidad que las hace especiales. Como “Para que los gorriones vuelvan”, con una gran interpretación vocal y una bella poesía; o “Paravalanchas”, una canción tribunera para todos los que alguna vez quisimos ser futbolistas; como también en “Tango se te nota Tango”, y esos marcados tambores finales.
Poco se puede decir acerca de porqué se hizo esperar tanto en grabar un disco, aunque se nota que ha estado trabajando. Desde este espacio, no puedo más que recomendarles hacer una excursión a ese otro siglo del que nos habla Del Prado y que nos perdamos en sus cuentos y su melancolía; que nos dejemos llevar por la fineza de sus palabras de arrabal y sus ritmos populares, por ese ser porteño de ley que vive aún en su corazón y en el de tantos otros!
Hijo de un puerto - Alejandro Del Prado
("Los hijos de un puerto se ven, en la forma de prender un cigarrillo, en la forma de arreglarte el calzoncillo y escupir de coté")
Paravalanchas - Alejandro Del Prado
(Y soy un hincha, hijo de un hincha, nieto de un hincha que soñó ser jugador......, paravalancha, alma de la fiesta, carne de tablon")
Salud por este maravilloso regreso!
Alejandro
La reaparición de este cantautor después de 23 años, es una maravillosa sorpresa para quienes no lo conociamos. Fue como meter la mano en una camisa propia y encontrar un billete de cien, o un billete de lotería ganador listo a cobrar. El descubrimiento de un músico increíble, que cumple de gran forma con una de las funciones del artista: resumir en su obra el espíritu de su tiempo y su tierra. Con lo odiosas que son las comparaciones, cada vez que lo escucho, no puedo dejar de pensar en un nombre: Fernando Cabrera.
Tango, rock, murga, folclore, poesía del barrio (ojo, no como el rock barrial), lirismo callejero, síntesis perfecta del espíritu porteño. En su música se huele la melancolía de una época con propias imágenes, sonidos y olores: “quiero ser eucaliptus, azufre, linimento, chicles y cenizeros”.
Del Prado comienza con una autocrítica de su ingreso al nuevo siglo, de manera impecable y enternecedora: “Arrastro de otro siglo, cierto autoritarismo, enojo prepotente y machismo aunque en forma decreciente”. Y sigue....“ Yo vengo de otro siglo, me estoy acostumbrando con dos x y un tango, perdón sino me ubico”. Cuidadosa combinación de palabras para esta canción.
Con 2 X y un tango – Alejandro Del Prado..
Parece conocer a la perfección el alma porteña. Ya en 1985 había tenido un gran éxito con “Los locos de Buenos Aires”, del cual incluye una versión en este disco. Esta vez, escribió una canción para esa ciudad que él mismo vivió hace un tiempo: "Yo conozco un Buenos Aires". “Yo conozco esa ciudad de notables pensadores, sagaces discutidores de lo que siempre anda mal, yo conocí ese lugar, de potreros y aulas llenas, de compañeros que apenas, sabrá Dios, donde andarán”.
En los años ´80 acompañó con su guitarra al uruguayo Alfredo Zitarroza. Uno de los puntos más altos del disco es un tema dedicado al gran maestro de la canción rioplatense: “Zitarroseando”. Del Prado se luce con un homenaje que está a la altura del homenajeado. “Con su jopo y su “Vinten”, con su miel y su gomina, su onda entre Humphrey y Artigas, su luz cenital de almacen y bar...”. Una genialidad!
Zitarroseando – Alejandro Del Prado.
"Yo vengo de otro siglo" es un gran disco. Todas las canciones tienen una particularidad que las hace especiales. Como “Para que los gorriones vuelvan”, con una gran interpretación vocal y una bella poesía; o “Paravalanchas”, una canción tribunera para todos los que alguna vez quisimos ser futbolistas; como también en “Tango se te nota Tango”, y esos marcados tambores finales.
Poco se puede decir acerca de porqué se hizo esperar tanto en grabar un disco, aunque se nota que ha estado trabajando. Desde este espacio, no puedo más que recomendarles hacer una excursión a ese otro siglo del que nos habla Del Prado y que nos perdamos en sus cuentos y su melancolía; que nos dejemos llevar por la fineza de sus palabras de arrabal y sus ritmos populares, por ese ser porteño de ley que vive aún en su corazón y en el de tantos otros!
Hijo de un puerto - Alejandro Del Prado
("Los hijos de un puerto se ven, en la forma de prender un cigarrillo, en la forma de arreglarte el calzoncillo y escupir de coté")
Paravalanchas - Alejandro Del Prado
(Y soy un hincha, hijo de un hincha, nieto de un hincha que soñó ser jugador......, paravalancha, alma de la fiesta, carne de tablon")
Salud por este maravilloso regreso!
Alejandro
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