Este último trimestre del 2009 estuvo cargado de lanzamientos muy esperados como los de Lisandro Aristimuño, Rosal, Martín Buscaglia, Coiffeur y alguno más que seguro me olvido. Esta situación me tuvo con la atención puesta en esos discos durante varias semanas.
Todos esos días, al costado de una pila de cds estaba uno que me había comprado a través de los amigos del Club del Disco, que me intrigaba y tenía ganas de oir. Pero tan absorto en las otras escuchas lo dejé un poco de lado, aun prisionero del celofán. Oh grata sorpresa cuando días después puse “De todos los días”, una de las dos partes del disco doble. La otra: “Las cosas del mundo”. Canciones trabajadas, melodías frescas, de rítmicas complejas, con instrumentaciones coloridas y algunas letras que podrían quedar como clásicos de la canción de estos tiempos.
“Las cosas del mundo” y “De todos los días”, el disco doble y segunda obra de Ezquiel Borra, debe ser escuchado varias veces. Aunque algunas canciones son directas, la mayoría necesita un proceso, ya que están densamente construidas y los arreglos, los climas y sabores van saliendo de a poco. Pasada la primera escucha general, los detalles van marcando más fuerte el carácter de cada canción.
Tu abrazo - De todos los días
Inevitable decirlo: el aire Mateo sobrevuela en buena parte del disco. Cierta psicodelia, la forma de cantar íntima y experimental, y las ganas de llevar a la canción por nuevos caminos lo recuerdan. A veces con una frase cíclica envuelta en melodías hipnóticas (“No puedo estar” o “Lago”), o con canciones bellísimas como Canción Orgullosa o Nada es mío. Unas, permiten un viaje a través de las imágenes y otras nos invitan a perdernos siguiendo un bajo o una guitarra punteada saltarina. Ezequiel Borra es un orfebre y la canción es su materia.
Este disco fue grabado en El Placard, el estudio de Borra, junto con los músicos que lo acompañan: Pablo Paz, Martín Pastuso y Juan Suárez. Además participan el gran Tomi Lebrero, Ale Franov, Mussa, Phelps y Leila Cherro (violoncello de Los Azules Turquesa de Aristimuño). Pasaron cuatro años desde su primer disco, un tiempo considerable que valió la espera cada canción. Salió a la calle en el mes de Septiembre, por lo que todavía es una novedad. La artística del disco es excelente también. Está dividida en dos como los discos y aborda los dos diferentes mundos. Uno más experimental y otro con elementos quizás más tradicionales, aunque esos bordes son difuminados en varias ocasiones.
Canción orgullosa - De todos los dias
Todos esos días, al costado de una pila de cds estaba uno que me había comprado a través de los amigos del Club del Disco, que me intrigaba y tenía ganas de oir. Pero tan absorto en las otras escuchas lo dejé un poco de lado, aun prisionero del celofán. Oh grata sorpresa cuando días después puse “De todos los días”, una de las dos partes del disco doble. La otra: “Las cosas del mundo”. Canciones trabajadas, melodías frescas, de rítmicas complejas, con instrumentaciones coloridas y algunas letras que podrían quedar como clásicos de la canción de estos tiempos.
“Las cosas del mundo” y “De todos los días”, el disco doble y segunda obra de Ezquiel Borra, debe ser escuchado varias veces. Aunque algunas canciones son directas, la mayoría necesita un proceso, ya que están densamente construidas y los arreglos, los climas y sabores van saliendo de a poco. Pasada la primera escucha general, los detalles van marcando más fuerte el carácter de cada canción.
Tu abrazo - De todos los días
Inevitable decirlo: el aire Mateo sobrevuela en buena parte del disco. Cierta psicodelia, la forma de cantar íntima y experimental, y las ganas de llevar a la canción por nuevos caminos lo recuerdan. A veces con una frase cíclica envuelta en melodías hipnóticas (“No puedo estar” o “Lago”), o con canciones bellísimas como Canción Orgullosa o Nada es mío. Unas, permiten un viaje a través de las imágenes y otras nos invitan a perdernos siguiendo un bajo o una guitarra punteada saltarina. Ezequiel Borra es un orfebre y la canción es su materia.
Este disco fue grabado en El Placard, el estudio de Borra, junto con los músicos que lo acompañan: Pablo Paz, Martín Pastuso y Juan Suárez. Además participan el gran Tomi Lebrero, Ale Franov, Mussa, Phelps y Leila Cherro (violoncello de Los Azules Turquesa de Aristimuño). Pasaron cuatro años desde su primer disco, un tiempo considerable que valió la espera cada canción. Salió a la calle en el mes de Septiembre, por lo que todavía es una novedad. La artística del disco es excelente también. Está dividida en dos como los discos y aborda los dos diferentes mundos. Uno más experimental y otro con elementos quizás más tradicionales, aunque esos bordes son difuminados en varias ocasiones.
Canción orgullosa - De todos los dias
En definitiva, entre todos esos lanzamientos esperados, el de Ezequiel Borra fue la revelación de este 2009, por lo menos para mí. Tarde me apeno de los días que me demoré en escucharlo, pero pronto me alegro de haberlo descubierto a tiempo. Un artista inquieto, paciente, trabajador, inspirado y muy comprometido con su obra.
Les dejo algunas canciones para compartir. Recomendación del propio autor: "hay que escucharlas con auriculares porque tienen muchos guiños y planos escondidos."
Tierra - De todos los días
Ahora estoy ayer - De todos los días
Espero se hayan sorprendido tanto como yo...
Salut!
Hermosas las canciones, espero ansiosa el cd.
ResponderEliminarbesos!
Te dije que te iban a gustar. Esperá escucharlo con tiempo, ganas y paciencia.
ResponderEliminarSaludos